Granada
Nuestra piel es el órgano más grande que tenemos y, por tanto, merece los mejores cuidados. La granada es un valioso aliado en este sentido. Es una fruta con un trasfondo mítico que se conoce desde hace siglos como símbolo de salud, fertilidad y una vida feliz y larga.
El granado es un pequeño árbol de hoja perenne y ramas espinosas. Como árbol, el granado puede alcanzar los cinco metros de altura y varios cientos de años de edad. El fruto, con forma de manzana roja, contiene un gran número de semillas angulosas que no sólo tienen un sabor delicioso, sino que también contienen un aceite precioso.
El aceite de granada se extrae de las semillas por presión en frío y es beneficioso para la piel. Combate la formación de arrugas y ayuda a reducir las ya existentes. Es un antioxidante natural con propiedades nutritivas e hidratantes. El aceite estimula la circulación de la piel y la protege de los radicales libres. También favorece el proceso de renovación celular de la piel y ayuda a restaurar su elasticidad.
En resumen, un ingrediente imprescindible para el cuidado de la piel.
